Un dia trabajando....

El dolor sigue siendo una de las formas que mas disfruto entregarme…

El viernes estaba en la oficina, a punto de enloquecer por la cantidad de trabajo… cuando le vi entrar... y siento ese palpitar en mi pecho, esas ganas de dejarlo y dedicarme a El, de sentirle invadir todos los espacios… de abandonarme… de no controlarme por el entorno…

Nos saludamos, porque siempre habrá tiempo para eso…me pregunta como estoy vestida, y mientras le cuento es como si me desvistiera para el, me excito... Solo de hablarle, de imaginarle imaginándome, de pensarle deseándome…

Se le ocurre algo, y mi corazón late a mil por hora… “toma una banda de goma de la oficina, estírala y déjala caer sobre tu clítoris 25 veces, y 30 veces sobre tus pezones”
Y quiero decirle que no, mientras imagino el dolor, el sudor, mi respiración… “Lo haré” respondo y yo misma me asombro...

No hubo tiempo, salida intempestiva al banco, un jefe que deja todo a última hora y que se iba de viaje al día siguiente... cheques por firmar, cartas que elaborar, directrices que impartir….

Volví a casa agotada, pensando en 55 azotes, buscando el momento… pero no llego, además en el fondo deseaba no hacerlo en la comodidad de mi casa, deseaba que fuese en la oficina, en el baño, con toda esa gente afuera, en medio de una rutina laboral…

Así fue…el sábado me levante pensando en eso… era el día, sabia que dolería mucho, pero no veía la hora que llegara el momento.. Y llego, me levante de mi escritorio y entre al baño, con las bandas en el bolsillo de mi pantalón y mi entrepierna mojándose.

De cuclillas, en el baño, comencé… los cinco primeros me hicieron estremecerme, atrapar mis manos entre los muslos, sentir el calor, mi clítoris hinchado…. Y dolor…

Al comienzo del sexto se debatían mis sentidos, una parte decía “no lo sueltes, dolerá mucho” otra parte decía, “hazlo para El, crece en el dolor por El” y observaba mi mano, casi temblando… y soltaba… solo 5 mas…. Y comencé a sentir que las lagrimas invadían mis ojos… no podía demorarme mucho, debía volver al escritorio… los próximos 10 fueron rápidos, sin pensar, dejando que el dolor de todos se confundiera en uno… Aun faltaban 5 y mi respiración era agitada, la tensión en mis muslos, el sudor, el palpitar en mi clítoris hinchado…me senté y entonces dije 5… lentamente…. Deje caer el primero, cerré mis ojos, imagine sus manos, y el dolor iba cediendo...era hora del segundo... así, el ultimo fue casi tener un orgasmo… y faltaban los pezones… el dolor era increíblemente fuerte en mi clítoris…. Me puse de pie… frente al espejo... y deje caer la goma 5 veces sin pensar…el dolor en mis pezones, distraía mi mente y se aliviaba mi clítoris, di 5 rondas de 6 golpes en cada pezón… alternándolos para que se aliviaran… lo mejor? Ver en el espejo mí aureola enrojecida, mis pezones totalmente erectos, queriendo salirse, duros como piedra, calientes… y una corriente que me invadía toda…

Estaba agotada… 15 minutos en el baño, alguien de seguro me había echado en falta... sudaba, mi respiración era insuficiente... acomode mi ropa, sintiendo la costura del jean hacerme daño… el roce del brassiere mantenía erectos mis pezones…

Quería disfrutarme ese momento... pero justo al salir… “Te esperaba” me dijo una compañera, “Necesito el reporte de…..” y volví a la realidad….

Y no me dio tiempo saborear el dolor, solo por instantes apretaba mis muslos y le sentía presente... era como tener sus manos allí... estaba empapada… lo sentía, casi percibía mi olor, era increíble… debajo de esa mujer decidida, líder, estaba una piel y un alma de sumisa, de perra, de esclava, era una cerdita que solo ansiaba las manos de su amo marcándole, que solo quería escuchar sus vos susurrándole que era suya, que se sentía viva por esos momentos de entrega, que en medio del dolor le daba todo a El….

Mi amo me hace feliz cuando me hace sentir suya… por eso sus silencios me matan, por eso sufro sus ausencias, por eso me duele su distancia…

Amo, soy suya… en cuerpo y alma...